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Dicen que los abogados somos reacios a los cambios, que no compartimos conocimiento y que no colaboramos con otros profesionales y probablemente en muchos casos tienen razón, pero el sábado pasado un grupo de abogados llegados de toda España (e incluso de fuera de España) nos empeñamos en demostrar que las cosas están cambiando y que hay muchos compañeros que trabajamos de otra forma, compartimos conocimiento y estamos abiertos a los cambios que, queramos o no, se están produciendo ya en nuestra profesión.
Capitaneados por unas compañeras con iniciativa descomunal: Bárbara Román, Raquel Duque y Cristina Barrera, nos encontramos en Santiago de Compostela en el primer Legal Open Space que se celebra en España.
Desde Oviedo fuimos siete miembros de la Comisión de Nuevas Tecnologías del Colegio de Abogados, pero también llegaron compañeros de Vigo, Madrid, Alicante, Murcia, Valencia, Mallorca, Albacete… e incluso desde Alemania. Además, se unieron profesionales del Marketing, Recursos Humanos y programadores.
Pero… ¿qué narices es un Legal Open Space? Pues os lo cuento a continuación, porque nosotros tampoco lo sabíamos cuando Bárbara Román, de Nolegaltech nos lo contó hace unos meses.
Un Open Space es un evento en el que los asistentes se organizan entre ellos, proponiendo temas y programando una serie de reuniones donde se pueden tratar esos temas antes decididos. Se organizan varias reuniones a la vez sobre distintas cuestiones y los asistentes deciden libremente a qué sesión quieren asistir y también son libres de cambiar de sesión en cualquier momento, porque la única ley que rige es la “ley de los dos pies”. Es decir, si te cansas de la sesión en la que estás, te vas a otra.
Esto para un grupo de abogados os aseguro que es novedoso, muy novedoso, porque estamos acostumbrados a acudir a charlas en las que existe de un lado un ponente y de otro los asistentes, que simplemente escuchan y con un poco de suerte al final de la ponencia pueden plantear preguntas.
Por eso un evento sin programa determinado nos descoloca y, aunque en la descripción del evento se explicaba perfectamente el formato, la gente preguntaba: “¿pero dónde está el programa?”. ¡Santa paciencia la que han tenido las organizadoras!
El viernes ya algunos que nos conocíamos de LinkedIn, Twitter, etc pudimos ponernos caras y también conocer a compañeros que no conocíamos y el sábado nos encontramos a las 10 de la mañana en el centro comercial Area Central para dar comienzo al evento.
En primer lugar, las personas que querían proponer un tema, o varios, salían a comentar el título de su charla, que apuntaban en un post it. A continuación, nos dieron tres pegatinas a cada uno que teníamos que poner en el post it de las charlas que más nos interesaban. Las quince charlas más votadas fueron las elegidas.
Se formaron tres corros de sillas en tres zonas distintas, en las que se organizarían las charlas con este horario: tres charlas a las 12 h, tres charlas a las 13 h, tres charlas a las 16 h, tres charlas a las 17 h y tres charlas a las 18 h.
El que había propuesto un tema no elegido, también se podía colocar en otro lugar con una silla y comentar el tema con el que se acercara. Y los temas parecidos fueron agrupados en una sola charla.
Los temas elegidos fueron los siguientes: Gestión del estrés, ¿Por qué los abogados no comparten clientes?, Captación de clientes, Vamos a quemar los colegios de abogados, Kanban y Scrum, Marketing digital, Liderazgo en una firma de abogados, Abogacía en femenino/Perspectiva de género, Publicidad para abogados, Ultraproductividad, Retos y amenazas de la abogacía, Turno de oficio, De abogada recién colegiada a Proyect manager, Hackers vs Abogados, Nuevos roles y nuevas competencias en el futuro de la abogacía.
Como he dicho, no eran charlas al uso, porque algunos asistentes simplemente salían a proponer temas que querían debatir con otros compañeros que les pudiesen aportar.
Yo propuse la charla de Ultraproductividad y asistí a las charlas de Kanban y Srum, Publicidad para abogados y Nuevos roles y nuevas competencias en el futuro de la abogacía.
Se generó un debate intenso en todas las charlas y todo el mundo aportaba. La cosa no fue a mayores en la charla “Vamos a quemar los colegios de abogados”, así que fue todo muy tranquilo y sin sobresaltos.
Pudimos tomar café gracias a vLex y pizzas a mediodía gracias al compañero Carlos Vázquez. ¡Gracias a ambos porque en esos momentos nos vinieron fenomenal!
Después de hacer un poco de turismo volvimos a Oviedo con las pilas cargadas y muchas ideas que poner en marcha. También con el pensamiento de que la abogacía tal y como la conocemos está cambiando y que sopla aire fresco en nuestra profesión. Y también regresamos con la satisfacción de saber que se pueden hacer las cosas de otra manera y de hecho se están haciendo, incluso de forma muy creativa, que la gente está dispuesta a colaborar entre sí, a compartir conocimiento, a tratar con otros profesionales que nos pueden aportar mucho y a abrirse a las nuevas competencias que se demandan.
Creo que no debemos tener miedo a los retos que tenemos por delante y que debemos adelantarnos a ellos y este es un espacio comentar estas cuestiones y sacar buenas ideas, por lo que espero impaciente la segunda edición del Legal Open Space que ya se está gestando. ¡Hasta entonces, id tomando nota de buenas ideas para debatir y compartir!
